AGUERRIDO

Lejos de ser uno de los mejores partidos del equipo, Chapalca demostró su lado audaz y con la conducción valerosa de los volantes se llegó a un nuevo triunfo.

Mediodía frío y nublado, el equipo llegaba a la cancha con su formación titular y luego de una larga noche por el cumpleaños de nuestro camarada Luca. Un repentino cambio de planes llevó a que Ema (Ortiz) entre de titular, Pollito (Vera) se había olvidado los lentes de contacto y lo “vio” de afuera junto a Casas. Chapalca supo encontrar el rumbo y el control de la pelota desde el comienzo, demostrando su calidad de juego y toque. Cortita y al pie la fueron llevando Nico (Aguer), Mati (Lamarque) y el Negro (Luquez) para desequilibrar y asociarse bien con los delanteros Salva (Luca) y Ema. Morsa Marina venía primero e invicto con sus tres partidos ganados, pero se encontró con un equipo que no supo dar espacios y aprovechó sus oportunidades. A priori se palpitaba un gran partido, ambos venían de ganar y con chances de llevarse los 2 puntos, pero Chapalca fue más claro.

Con una delicatessen de Mati, pisadita, media vuelta y dejando en el camino a dos oponentes, la abre para Salva, y con un preciso centro, Ema define de palomita anticipándose al defensor y dejando sin chances al arquero. Una gran jugada asociada, y desde el arranque Chapalca festejaba. El equipo era más preciso y tocó y tocó. Los defensores no tuvieron un gran partido en lo individual pero en conjunto fue impasable, por lo que Morsa llegaba al arco a través de la pelota parada y algún que otro tiro de media distancia, sin generar peligro.

En un intento para que no sucediese lo de los últimos partidos, el equipo salió a mantener su nivel y juego en la segunda etapa. Así fue, Chapalca jugaba adelantado, arrinconando al rival. Con un par de buenas intervenciones del arquero “marino”, y errores nuestros (léase gritar en el área: “mia, mia”) no se podía agrandar la ventaja en el marcador. De repente, nos dejamos estar y Morsa Marina con poco empezó a tener la pelota, aunque sin agresividad, a lo cual el medio supo combinarse y asistiendo a Salva, llegó el 2-0 mostrando quien mandaba. Faltaban sólo 5 minutos, y cuando sentíamos que nos llevábamos (aparte de un triunfazo) la vaya invicta como plus, llegó un inmerecido descuento del rival. Y para darle más dramatismo al final, se adicionaron 2 minutos que terminaron siendo 5, con un bombardeo de centros al área chapalqueña. Sin ser eso suficiente para llegar al empate, Chapalca festejó de la mano del aguante del fondo, los lujos del medio y la efectividad de los delanteros, quedando así a una unidad del puntero.

Uno x uno:

Gastón Quiroga (6): sin mayores complicaciones del rival, cumplió y dio seguridad en las pelotas paradas. Una llegada, un gol.

José Arana (6): de regular actuación, supo formar parte de la ofensiva en dos ocasiones. En el gol tuvo un poco de responsabilidad.

Joaquín Petersen (6): seguro marcando, le faltó un toque de conexión con el resto de la defensa que el correr de los partidos se lo dará.

Lucas Gonzalez (6): cumplió, no tuvo tanta proyección (y de la buena) como suele tener en otros partidos.

Matías Ruiz (7): a pesar de algunas imprecisiones en sus pases, fue lo mejor de la defensa, llegando y asistiendo mucho hasta la última línea.

Marcelo Castañeda Lynch (6): lo más flojo del medio, preocupado más por marcar que por el juego. Le faltó su padre fuera al partido y aparentemente entró disperso a la cancha.

Nicolás Aguer (9): control, precisión, claridad y tranquilidad son sinónimos de este jugador con la pelota. Con grandes asociaciones con su primo supieron manejar el partido.

Matías Lamarque (8): con su sabiduría y calidad de futbol, demostró todo su potencial. Lujos que terminaron en gol y fundamental en asistencias.

Emilio Luquez Iturriaga (8): médicamente comprobado, hombre con 3 pulmones, corrió todas las pelotas, desbordó y se entendió bien con los delanteros.

Salvador Luca (8): aportó todo el tiempo y en todo sentido, bancando de espaldas, presionando en la salida rival, asistiendo en el primer gol, y marcando el segundo tanto.

Emanuel Ortiz (8): a pesar de entrar de improviso como titular, no falló y aportó su dosis de goleador. Siempre desequilibrando, sobre todo con su nivel futbolístico y su altura privilegiada.