CON USTEDES, EL MONO PINTOS

El arco de Chapalca acaba de sufrir una baja importante, el gato Quiroga decidió abandonar América del Sur por unos meses, en busca de un viaje espiritual en el viejo continente. Según declaraciones off de record, la fama que le dio el rosanero le hizo perder la cabeza y por eso pretende meditar en soledad cómo quiere continuar su vida. Por este motivo, la comisión directiva salió en busca de un nuevo portero que cumpla con las expectativas del club y aquí presentamos en sociedad a Mariano Atahualpa Pintos.
Es oriundo de Claypole, pero pasó gran parte de su infancia y adolescencia en Mar del Plata. A los veinte años decidió probar suerte en la gran ciudad y con un bolsito se tomó el primer tren a Capital. Cuatro años después se prepara para hacer su presentación oficial en el arco de Chapalca.

¿Cómo te estás preparando para el debut?

Te confieso que con todo. Dejé muchas cosas para defender el arco de Chapalca. Sobre el debut, digamos que todos mis debuts fueron cuestionados, sobre todo mi debut sexual, uf… prefiero no recordarlo. Confío mucho en mis cualidades, experiencia y estoy muy ansioso de ponerme el buzo. Empecé una dieta a base de ensaladas, y deje de tomar cocucha. Estoy a punto caramelo. Todo lo que te imagines para estar con todo bajo los tres palos. Quiero confesar que me compré unos guantes color rojo, como los que usaba cuando era chiquito, y duermo con ellos. No te asustes, no me los pongo para dormir, solamente los abrazo y jugueteo con ellos.
¿Qué se siente al ocupar el puesto que supieron defender dos históricos como el Negro Arraña y el Gato Quiroga?
Mucho orgullo. El arco de Chapalca es muy grande y no cualquiera lo ocupa. Estoy seguro de que lo voy hacer de la mejor manera posible, dejando todo en la cancha. La vida en cada pelota. Sobre los dos históricos que mencionaste, les debo mucho respeto y se que lograron un nombre importante. Sinceramente tengo que defender el arco como lo harían ellos. Hoy me toca ser el arquero, hoy defiendo el arco en la B y eso se lo debo a cada pelota que atajaron el gato y el negro. Siento que soy una mezcla de ambos, pueden llamarme el gato negro Pintos si lo desean. Aunque prefiero que me digan mono o chimpita en su defecto.
¿Este siempre fue tu sueño? Se rumorea que le venís serruchando el piso desde hace tiempo a Quiroga.
Si, confieso que es verdad. Hace tiempo se lo venía serruchando pero me di cuenta que Quiroga es un arquero que le dio el ascenso a Chapalca y no dejaba lugar a duda de quien era el dueño del arco. En la fiesta de ascenso me emocioné mucho y deje la competencia de lado y pude tender un abrazo con el arquero que hoy nos mira desde Europa. Pasé de todo en chapalca, me equivoque y pague pero la pelota no se mancha. Supe ser banco, supe ser jugador de finales, supe ser querido y eso es lo más importante. Voy a extrañar a la gente del banco como el Euge, Ale, Watson y Ema, gente con las que compartía el sentimiento inexplicable de ser banco.
¿Qué le vas a aportar al equipo?
Si digo glamour no me creen ni en pedo. Se que soy uno de los peores lookeados del team pero eso no me afecta. A Chapalca le voy a aportar tranquilidad de que en el arco hay arquero para la B. De eso no tengo dudas. Tengo una defensa muy confiable que está a la altura de la categoría. Que quede claro que también voy a aportar para la nafta y la cancha, se que anduvieron dudando sobre mis aportes económicos, juro que voy al día.
¿Cómo te imaginás llegando al final del torneo?
En bondi si me quedo dormido. Pero seguro que Pollito o Marce me pasaran a buscar. Igualmente estoy viendo la posibilidad de comprarme un auto. Le eché el ojo a un Renault 12 con GNC que va como piña. Aparte es muy familiero y me sirve para llevar a la bruja a pasear por la costanera. Sueño con la final. Soñaba con el arco y hoy lo ocupo. Quien dice que al soñar con la final...

“Miro para atrás, mi infancia en Claypole, atajando en el barro. Después Mar del plata con los chicos volando de palo a palo en cada barrio de la feliz. Y el presente me ve atajando en la glamorosa Pilar. Que bárbaro lo que hace la plata...”